viernes, 27 de agosto de 2010

Exorcismo con agua y sal, que terminan con la mala suerte del hogar

Los sitios y las personas se llenan de energías negativas que pueden ser muy perjudiciales. Sepa cómo limpiarlos con estos ingredientes usados en Alta Magia.


Sal y agua son por excelencia dos elementos limpiadores presentes en la Naturaleza, usados históricamente en ceremonias religiosas y ritos esotéricos para purificar personas y ambientes. Un análisis alquímico sobre estas dos sustancias revela su capacidad de atraer y conducir energía. El cloruro de sodio, es decir, la sal de mesa, tiene la capacidad de “atraer” el agua de los alimentos. También, sirve para mantener el balance en el intercambio de fluidos del cuerpo.

Es que, disuelta en agua, la sal común conduce la electricidad, por eso, el mar atrae a los rayos durante las tormentas eléctricas. Utilizadas desde antaño en baños de descarga y limpieza, el agua y la sal son la pareja ideal para absorber la mala onda de un lugar o persona y dejar el campo energético puro y liviano.

Incorpórelas en los siguientes rituales para disolver por completo las malas vibraciones de su entorno. Verá qué fácil, rápido y efectivo resulta tomarse unos minutos para efectuar estas limpiezas.

TRATAR AMBIENTES PESADOS

Es algo habitual que los lugares que habitamos se carguen de energías que quedan estancadas, sobre todo, si provienen de personas u objetos con falta de armonía. Estos ambientes se detectan porque producen tristeza, angustia, malestar y hasta irritabilidad en quienes permanecen mucho tiempo allí.

Es aconsejable realizar este ritual cada quince días en el hogar, en los dormitorios y living principalmente.

Materiales: dos pliegos de papel de seda o manteca blanco, un kilo de sal gruesa, agua de azahar y agua, cinco recipientes pequeños y una botella, cinco velas blancas, un velón blanco y una campanita.

Procedimiento: El primer paso es colocar agua de grifo o agua mineral natural en una botella de un litro, con una cucharada de agua de azahar y dejar reposar toda una noche, destapada al lado de un velón blanco. Al día siguiente, forre los recipientes con el papel de seda, por dentro y por fuera, como si los estuviera envolviendo. Luego, distribuya por partes iguales toda la sal en los cinco bols y comience a verter lentamente el agua de la botella en cada uno, hasta humedecer los granos de sal. Forme un círculo con los cinco bols. En el centro, coloque las velas y enciéndalas una a una. Haga sonar la campana y ore: “Sal de mar, sal bendita, exorcisa estas paredes de todo mal, queden limpias y protegidas”.

Tome una vela y un bol, colóquese detrás de una puerta de la casa, haga sonar tres veces la campana y vuelva a decir la oración. Repita lo mismo con las otras cuatro velas y recipientes, distribuyendo detrás de las puertas de dormitorios y ambientes. Luego de tres días, tire la sal y las velitas envolviéndolas en el papel de seda de los bols.

LIMPIEZA DE ESPACIOS ABIERTOS

Balcones, terrazas, patios, halls de entrada, son lugares del hogar expuestos a energías circunstanciales, a efluvios de vecinos y transeúntes que pueden dejar a propósito o inconscientemente su negatividad. Esos espacios son puertas de entrada a nuestro hogar que hay que cuidar y proteger para que no ingrese lo malo. Límpielos como sigue.

Materiales: 1/4 kilogramo de sal fina, un litro de agua mineral o agua reposada una noche en botella y mezclada con dos cucharadas soperas de vinagre, una vela blanca y un trapo blanco tipo camiseta, seco y limpio.

Procedimiento: Se vierte la sal de a poco en la botella con agua y vinagre, se la agita a intervalos cerrando la tapa, y se sigue agregando sal. Una vez colocada toda la sal, se cierra y se agita con energía, diciendo: “Como un tornado de mar salado, estas aguas barren con el mal acumulad; que se disuelva el maligno en sal y vuelva al lugar de donde nunca debió escapar”.

Encienda la vela y comience a regar o a salpicar con la botella los pisos del lugar; así dará tiempo para que se evapore. Luego, se pasa el trapo para secar y se lo tira a la basura. También, puede empapar otro trapo blanco seco con el líquido a fin de limpiar marcos de ventanas, puertas y zócalos.

BAÑO DE PIES PARA DESCARGA PERSONAL

Este baño debería hacerse todos los días al terminar la jornada, para liberarse de cargas residuales del día y descansar sin tensiones.

Materiales: una palangana (jofaina) profunda, o una bañera, agua caliente, 100 g de sal fina, jugo de medio limón, aceite de coco, ricino o girasol, esencia de jazmín o canela para hornillos, hornillo aromatizador y una vela blanca.

Procedimiento: Primero, se debe preparar una botella con medio litro de agua tibia donde se habrá disuelto la sal y el jugo de limón. Esta preparación se deja reposar un día. Al entrar al hogar, quítese los zapatos, encienda inmediatamente el hornillo y queme la esencia en él. Llene la palangana con agua caliente (o unos 20 cm de la bañera) y agregue en ella el agua de la botella (agítela bien antes de usar).

Encienda la vela cerca suyo, luego coloque los pies en remojo en el agua, y quédese allí observando la llama de la vela y orando: “Sal de la vida, agua que purificas, esta llama envuelve de luz mi aura, de arriba hacia abajo, las oscuridades descargo”. Imagine que una luz blanca y tibia lo envuelve y barre de la cabeza a los pies las impurezas. Luego de un rato, seque sus pies, y masajéelos con el aceite. Tire al agua.

RITUAL PARA EDIFICIOS Y CONSORCIOS

Si hay un ámbito problemático es el de los consorcios: peleas, rencores, envidias circulan por los pasillos del edificio que habitamos. La convivencia con los vecinos suele ser difícil y generar vibraciones tensas y perturbadoras, que incluso pueden traer problemas edilicios en los espacios comunes.

Con la misma preparación que usó para los espacios abiertos, limpie el picaporte de su departamento y el pasillo. En la puerta de entrada de su hogar, queme incienso y luego arroje unos granos de sal gruesa. Ore así: “Fuera demonios, disueltos queden en este instante, ningún discípulo del maligno permanezca vivo por estos pasillos”.

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